Durante los primeros años del Cristianismo, cuando la persecución en contra de la Iglesia estaba en su apogeo, los cristianos adoptaron una curiosa manera de identificarse:





Los primeros encuentros de la Iglesia no fueron en templos (edificios) sino en los hogares de Cristianos leales. Estos encuentros eran hechos en gran secreto para evitar la persecución. Los fieles tenían que usar palabras en código para comunicarse, como Babylon para Roma, y el símbolo del pescado.

La palabra 'pescado' es Icthus en Griego (se pronuncia ixus), el lenguaje dominante de aquellos tiempos. Icthus son las primeras letras de 'Jesucristo Hijo de DIOS Salvador'. El pescado era usado como un símbolo de los fieles, refiriéndose a la pesca milagrosa (Lucas 5:1-7) y a que algunos de los Apóstoles eran pescadores.

Mientras competimos en bicicleta, o paseamos, portamos este símbolo como una profesión de fé:
Cristo, el Hijo de Dios, es nuestro salvador, y hoy como desde siempre y por siempre, es la única y definitiva SOLUCIÓN ACTUAL.